5 Secretos para vivir más de cien años saludablemente
- THE Noticias
- 26 mar
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Actualizado: 3 abr
La búsqueda de la longevidad ha sido un tema de interés para la humanidad desde tiempos inmemoriales. Aunque no existe una fórmula mágica para vivir más de cien años, la ciencia ha identificado una serie de hábitos que pueden ayudarnos a prolongar nuestra vida y mejorar su calidad. Un caso emblemático es el de María Branyas Morera, quien hasta hace poco ostentaba el título de la persona más anciana del mundo. Su historia nos deja valiosas lecciones sobre cómo alcanzar una vida larga y saludable.
Lecciones de María Branyas Morera para vivir más de cien años
María Branyas Morera, nacida en 1907, logró superar la barrera de los 100 años con una vida activa y equilibrada. Su longevidad se ha atribuido a una combinación de genética favorable, un estilo de vida saludable y una mentalidad positiva. Su historia nos ayuda a entender los pilares fundamentales para vivir más años con bienestar.
1. La alimentación como base de la longevidad
Una dieta equilibrada es uno de los pilares fundamentales para una vida larga y saludable. María Branyas siguió una dieta mediterránea rica en frutas, verduras, pescado y aceite de oliva, evitando el alcohol y el tabaco. Numerosos estudios han demostrado que la alimentación influye directamente en la prevención de enfermedades crónicas. Para mejorar la longevidad, se recomienda:
Seguir una dieta mediterránea rica en frutas, verduras, pescado y aceite de oliva.
Reducir el consumo de alimentos ultraprocesados, azúcares refinados y grasas saturadas.
Mantener un equilibrio adecuado de proteínas, carbohidratos y grasas saludables.
Evitar el alcohol y el tabaco, ya que ambos contribuyen al envejecimiento prematuro.

2. La importancia del ejercicio físico
El sedentarismo es uno de los principales factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas. María Branyas nunca dejó de moverse, realizando caminatas y manteniéndose activa en su día a día. La actividad física regular no solo fortalece el cuerpo, sino que también protege la mente. Algunas recomendaciones incluyen:
Realizar al menos 150 minutos de ejercicio moderado a la semana.
Incluir caminatas diarias, yoga o ejercicios de resistencia para fortalecer los músculos.
Mantenerse activo en la vida cotidiana: optar por escaleras en lugar de ascensores, realizar tareas domésticas y caminar en lugar de usar el automóvil cuando sea posible.

3. Mantener una mente activa y positiva
El bienestar mental es un componente esencial de la longevidad. María Branyas destacaba por su actitud optimista y su constante interacción social. Estudios han demostrado que la actitud ante la vida influye en la salud general. Para cuidar la mente, se recomienda:
Practicar la gratitud y mantener una actitud optimista.
Aprender cosas nuevas constantemente, como idiomas, música o habilidades manuales.
Reducir el estrés a través de la meditación, la respiración consciente o actividades recreativas.
Fomentar la interacción social, ya que tener una red de apoyo sólida reduce el riesgo de enfermedades neurodegenerativas.
4. Dormir bien: El secreto de la regeneración
El sueño es fundamental para la reparación celular y la consolidación de la memoria. Dormir entre 7 y 9 horas por noche contribuye a un envejecimiento saludable. Para mejorar la calidad del sueño:
Establecer una rutina de descanso, acostándose y despertándose a la misma hora todos los días.
Evitar el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir.
Crear un ambiente propicio para el descanso, con una habitación oscura, silenciosa y bien ventilada.
5. Prevenir enfermedades y cuidar la salud
Más allá de los hábitos diarios, la prevención médica es clave para una vida larga. María Branyas se mantuvo atenta a su salud, realizando chequeos médicos y cuidando su bienestar general. Es fundamental:
Realizar chequeos médicos regulares y vacunarse según las recomendaciones.
Controlar la presión arterial, el colesterol y los niveles de azúcar en sangre.
Mantener un peso saludable y evitar el sobrepeso.
Cuidar la salud ósea con una dieta rica en calcio y vitamina D, y realizando ejercicios de resistencia.
Reflexión final
El caso de María Branyas Morera nos demuestra que la longevidad no es solo una cuestión de genética, sino de hábitos diarios. Adaptar un estilo de vida saludable, con una alimentación equilibrada, ejercicio físico, bienestar emocional y sueño adecuado, puede marcar una gran diferencia en la calidad y duración de nuestra vida. La clave está en pequeños cambios que, con el tiempo, pueden hacer una gran diferencia.
No se trata solo de vivir más años, sino de vivirlos con salud y plenitud.
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